FRISO DE LA BLANCA

En el basamento del Cuarto 1 de la Subestructura 6J2-Sub. 2 se talló un excepcional altorrelieve que ornamentaba la fachada oeste del edificio enterrado por los antiguos mayas y que supuso una importante novedad en el conocimiento de la arquitectura de Petén.

Consiste en un mosaico de piedra labrada, de casi 5 m de longitud y 1,60 m de altura, que se ha conservado en su totalidad, a excepción de la protuberante nariz de la deidad esculpida en el centro de la escena, y matada ritualmente con ocasión de su clausura. La composición del friso se realiza mediante piezas de menor tamaño que quedan encajadas unas con otras. Estas piezas, presentan avances o retranqueos e incluso giros premeditados, posiblemente para darle una mayor expresión artística. Todo esto supone un avance técnico notable en estas composiciones vinculadas a la arquitectura en el sureste de Petén y pudieron constituir un precedente de los logros del mosaico que florecería más tarde en el norte de Yucatán.

La figura central está flanqueada por cabezas de serpiente de perfil y con las fauces abiertas, y acompañada de otros rostros de personajes sobrenaturales, junto a motivos iconográficos altamente simbólicos.