
Como primera intervención siempre es necesario realizar un levantamiento topográfico de la totalidad del área que va a ser objeto de la excavación, para poder obtener un plano con curvas de nivel, que nos representara fielmente el relieve de los montículos y terrenos previamente a las primeras actuaciones arqueológicas.
En esta documentación topográfica se representa también todos los elementos arquitectónicos visibles, a una escala adecuada, para poder hacer las primeras hipótesis sobre el objeto de la excavación.
En la toma de datos, realizada con una estación total, se sitúan también las bases permanentes de referencia sobre el terreno, numeradas e identificadas, que también se reseñan en la cartografía.