EXCAVACIÓN DE LA ARQUITECTURA

En todo trabajo arqueológico dirigido a la excavación de edificios o restos arquitectónicos es necesario hacer un estudio previo arquitectónico para delimitar las características materiales y arquitectónicas del edificio que está oculto y poder así establecer una hipótesis sobre su tipología y estado de conservación. Para ello, se analiza la volumetría del montículo que se va a excavar y se realiza una inspección ocular del entorno con el propósito de localizar elementos arquitectónicos como sillares, dovelas o piedras labradas susceptibles de aportar una información complementaria sobre la edificación objeto de la excavación.

Una vez obtenida toda esta información, se evalúan las diferentes opciones de excavación y se elige cuál de ellas es la más apropiada para no dañar ni alterar los restos arquitectónicos subyacentes.