Desde los inicios del Proyecto se han llevado a cabo tratamientos de restauración y conservación preventiva de los revestimientos de estuco de los muros de los edificios excavados, con el fin de asegurar la puesta en valor del sitio arqueológico. A medida que van saliendo a la luz, estos hermosos revestimientos se ven sometidos a un duro proceso de estabilización que es preciso vigilar hasta que adquieren el equilibrio con su nuevo ambiente.

Además, en La Blanca es habitual que estos estucos exhiban un gran número de dibujos incisos (grafitos) pertenecientes a varias épocas, desde los más antiguos de época maya, de gran belleza y singularidad estética, hasta los realizados en la parte superior de los muros, en los que se aprecian grafías que van desde el siglo XVIII hasta nuestros días.

Entre otras actuaciones que se realizaron en el sitio durante el proceso de excavación, están las dedicadas a la extracción de materiales arqueológicos, especialmente los enterramientos que fueron extraídos con diversos métodos según el estado de conservación en que se encontraban.