El Proyecto La Blanca, desde sus inicios, ha conjugado la investigación científica y la defensa del patrimonio cultural con las diferentes actuaciones conducentes al desarrollo sostenible de las poblaciones implicadas en el área más próxima a La Blanca. Por ello, el Proyecto La Blanca contempló entre sus principales cometidos la puesta en marcha de varias actividades formativas dirigidas a distintos colectivos de la aldea con la que limitan las ruinas arqueológicas, con el fin de compartir con sus habitantes la necesidad de su conservación y protección, y contribuir a reforzar su sentimiento de identidad con el patrimonio cultural que les pertenece históricamente. Gracias al compromiso y a la participación de la población local de la aldea junto con el equipo del Proyecto La Blanca y el apoyo de la Asociación Balam, se ha trabajado para aumentar las oportunidades de las personas para convertirse en agentes de cambio en su comunidad. Y, se ha apoyado la iniciativa de los habitantes de fundar la Asociación para el Desarrollo Comunitario Integral de Aldea La Blanca (ADINAB), que permitirá dar continuidad a las acciones de cooperación iniciadas desde el proyecto y hacerlas sostenibles en el tiempo en manos de sus principales beneficiarias, las familias de La Blanca.
Cabe señalar que, para la puesta en marcha de estas iniciativas se han considerado las líneas estratégicas y las actuaciones prioritarias del Plan Director de la Cooperación Española (2009-2012), el “Marco Estratégico de Turismo Sostenible” de Guatemala y la Declaración Universal de la UNESCO sobre “Diversidad Cultural”, que en su capítulo siete señala que toda creación tiene sus orígenes en las tradiciones culturales. Esta es la razón por la que el Patrimonio en todas sus formas debe ser preservado, valorizado y transmitido a las generaciones futuras como registro de la experiencia y de las aspiraciones humanas, con la intención de alimentar la creatividad en toda su diversidad y promover un auténtico diálogo entre las culturas.